Moda Infantil, diseño y más….

….Viste la Infancia del Tejido de los Sueños….



La Boda



  Cristóbal ha perdido la chaveta.
Eso, no nos engañemos, en un hombre, por niño que éste sea, es bastante normal, connatural, diría yo. A Dios gracias, si no, el mundo se paralizaría.

Hace casi un mes que no vemos a quien ocupa el objeto de su Amor Infante. A la amada de las viejas rimas de Béquer. A Skyy.


....Al acostarse, me dice...."Mami, cierro los ojos y veo a mi Skyy". Se queda pensativo y sonríe, se hace un silencio....Mi Skyy.

....Cuando un julio fragante, nos abría sus puertas, nos salía al encuentro, como sale la vida....Harry no encontró a Sally, pero Cristóbal si encontró a Skyy.
....En el Parche avilesino, con la estampa quebrada de su Ayuntamiento, sobre las calles míticas que me vieron crecer, corriendo y de colores, encontraba a su Amor.
Fué casi de inmediato, persiste y se desviste....y es como un soneto....de sueño, de quimera, y lleno de emoción.
Cómo somos los seres humanos. Hay algo que nos ata con lazos invisibles....y así cedemos a su encanto y a su hechizo, sin importar saber que los lazos, siempre crean dolor....A la corta....y a la larga. Es así.

Skyy nos trajo a nuestra vida la sangre en la que crece. Quien es. En la que habita. Las manos que le mecen y le hacen creer.

Y al fin, después de todo, yo pude conocerles.

Mi Madre me explicaba, narraba sus mañanas, sus tardes y sus juegos, sus silencios, sus enfados llenos de risa y con brazos cruzados, y su alegría, su tremenda alegría por verse reencontrados en cada Amanecer.

Pero yo quería conocerles.

En una, de las pocas mañanas soleadas que este verano de Norte Astur nos ha regalado, sobre el mismo Marco de la Primera Vez....en pasos cadentes, como la ciudad que imprenta, nos dimos el presente.

Skyy tiene una Madre con la mirada limpia, serena de la niña que un día vió crecer. Me encanta que al mirar, los ojos que te miran, te devuelvan su luz. Es el abrazo amigo de días de tormenta.
Tiene la risa abierta, la carcajada franca....Es....Es muy americana, con almizcle español.

Pero Skyy tiene una Abuela....que a mí me roba el Alma.
Cuando la miras, te das cuenta de cuanto ha llorado.
Lleva kilos y kilos de tristeza bañados en silencio....Y aún quiere ser feliz. Sólo ríe su risa....
Tiene el alma profunda y abandonada. Pero ha encontrado su razón de existir.
Con Todo lo perdido, que merece mayúscula. Algún día hablaré -Chucha- de tu amor amado, amado y no perdido. Viviendo y a la contra....alguna vez....
Sus ojos te lo dicen con palabras que el alma sólo ha de entender.

Skyy....es celeste, como su nombre indica, y tengo yo entendido, que esos rizos suyos, que el viento no deriva, tienen mucho que ver.
Arrebata, te abraza, se sube por tu vida. Ordena y acontece. Se enfada y te sonríe....Es....Es cómo un día Astur, que cambia y te convoca, por ver su resplandor.

Cristóbal, el perdido de chaveta, olvidando que sus padres le lloran las ausencias....Que siguen sus pasitos en un hilo de Luz, lejanos y a la mano del borde de su ser. ¿Que sabe aún mi Príncipe, del miedo o el dolor?, ha elegido julio para unir su existencia al objeto fragante, que silencia su voz. Le canta, y al oído, le cuenta los secretos, que sólo la Infancia, hace permanecer.

Ya no sé si me río ante las casualidades, o veo en cada una, a las manos de Dios.
El día 27....fué el día en inicio que pensamos casarnos y luego nos cedimos al día 26....se celebraba algo que para mí siempre ha sido sobrehumano, el día de los Padres de la Madre de Dios.

....En la soleada mañana de amor de mis amores, de mi patria del alma, de mi suelo ancestral....Estos dos pequeñuelos dieron su primer Sí. Boda de pocos invitados, todo hay que decirlo, ¿Eran tres?

Desde entonces se llaman, sin más aditamentos.
Y Skyy se amanece, acicalada y quieta....rogando a sus mayores, con cierta rebeldía, que le pongan muy guapa. Su marido le espera.
Cristóbal tiene....su arito de casado....un viejo llavero abandonado que encontró, en cajones dormidos, de la casa que alumbra todos nuestros porqués.
Cómo si de un tesoro se tratara, me lo ha hecho guardar....tiene miedo a la pérdida. Y como sabe dónde ha de encontarlo, de vez en cuando lo acaricia como a las caracolas que te traen la mar.

Casi 6000 kilómetros separan esas vidas, y en realidad no importa, las distancias del alma no tienen hueco físico.... Y Skyy ha llegado, instalado sus formas, y se ha vuelto hogar.
....La echa de menos....

Y al caer el agosto que me trajo a este mundo y cerrarse sus días, almanaque del viento....llegó la despedida. En la noche quebrada, como tragedias griegas de teatros del mundo, desnudas ya las máscaras, cerrándose un telón. 
En un banco callado, de una vieja estación, atónitos asistimos a charlas dislocadas, besos y despedidas. Skyy....volvía a NY.

Para esa despedida, él eligió para ella una pequeña pulsera llena de estrellas. Mi madre, le acompañó. Como si no comprendiera que no daba crédito, le decía...."¿De que esá lleno el cielo?". Esa fué su amada despedida.
Ella, y para él, eligió una imagen en flores, de aún antes de venir. En lugar preferente, hoy, en su habitación.


Al final de la dicha, Siempre hay un Adios.

Subió al autobus que la llevaría, desde la tierra de quienes la preceden, a su presente, con sus lagrimitas y sus manos sobre aquel cristal.
Y yo recogí, con mis manos de madre, en brazos, a mi hijo, la cara envuelta en llanto, su tembloroso cuerpo, ante su Primer, Adios.

No se que la vida traerá en sus vaivenes....
Pero es tan certero abrir un Amor....



16




En la madrugada, mientras tu duermes, caen las lágrimas sobre mí





Bajo tus ojos azules siempre ha habido más .... mucho más .... tanto más ....
La primera vez que te ví, pensé: "Que manos tan preciosas tiene este hombre", no sabía que aquellas manos abrazarían, para Siempre, mi vida y todo lo que yo Amo.
Eras empedrado, cerrado, perpetuo, protegido, quieto, para no llorar. 
Espino que invade creciendo desiertos, sin amo, sin dueño, silvestre dejado, mudo y empolvado.
Yermo .... dormido aguardando los brillos etéreos de otro amanecer.
Entreabriste puertas, lucernas, ventanas, aireaste el Alma, te dejaste Ser, 
Saliste a mi encuentro....
Y este torbellino, llenó tus estancias, quitó telarañas, encendió las luces y abrió tu telón.
Ganaste, sabes bien porqué.

....Los renglones de Dios....

Durante estos 13 años me acostumbré a tu fortaleza, a tu estar siempre, a tu respaldo, a tu sí perpetuo y a tu Fe.
A esa sonrisa tuya de medio lado, abierta y limpia que ilumina mi mundo y lo hace real.
Me acostumbré a tu genio, a tus dislocados planes, a tus defectos, a tus formas, a las hechuras que te crean y a tu derredor.
A ese refugio cierto que habita en quien eres y me hace volver.

El día que te dije Si, fue mi compromiso conmigo y para contigo, consciente y a sabiendas de darte más allá de lo pedido, de entregar quien era y sus consecuencias, de anteponerte siempre a mí.
Fue mi compromiso para con lo que Dios me había dado.
Te dije Si para recorrer un camino que en ti y en mi ha sido, es, una montaña rusa, para reír contigo y para contigo llorar. Para esta vida y para las que hayan de venir.
Me quieres tanto, con todo lo que soy, que me has dejado ser quien debía, y en tí, que eres mi Árbol de la Vida, florece quien debiera. Eres la certeza, el Amor Amado, sólo porque Sí.
Nadie, Jamás, podrá rozarte en nada, dibujar tu estampa en horas traidoras y aún permanecer.

Poco a poco habitaste todos los rincones y te hiciste el hueco, por Derecho propio, en Almas, que hasta ese momento, sólo fueron mías.
Ahora que no huimos de esas horas, no hay dónde esconderse, cuando suena el lejano timbre del teléfono, en las tardes dormidas de nuestra casa, aquéllos, que se han vuelto tuyos, no preguntan por mí. Hay en ellos una Oración por ti. Y esos huecos enmarañados de vida, han encontrado el mar de la vencida, la ola silente, el amanecer.

Cuando las cosas han ido mal y muy mal, has sido el mástil primero y luego el abrigo de puerto cierto.

Pero tú, no sabes ser débil, lo sé.

Cuando estuve enferma cuidaste de mí, ni un sólo mal gesto, ni una pregunta a deshora. Te reías, reías siempre, ante tanta pena, sin un atisbo de desánimo, con la ternura al borde de tus ojos, sentado en la acera de mi vida.
A tí, que tanto han malquerido, que tanto han ignorado, a tí que anduviste solo por los campos de siembra buscando porqués, Dios te dió el Alma poblada de síes, de dones, de quiebros, de respuestas siempre, de dónde volver.

Pero tú, no sabes ser débil, lo sé.

Hoy, que ese andar tuyo tan precioso, cómo un vals en el agosto vienés, se ha hecho lento, dolorido y ausente, déjame ser tu vara, tu guía, tu bastón en horas, la pequeña antorcha que lleva tus pasos, tenue, cómo luz de luna que ilumina el sol.
Déjame ser el lazarillo guía que lleve los pasos a quien ha de volver.
Salgamos, cómo hemos entrado, juntos, de la mano, de este Hospital. Hagamos del presente risa....Siempre renacer.
Déjame, en algo, estar a la altura, de esa fina estampa que volverá a ser.
Y duerme, mi pequeño niño....que velo tus sueños, como en una Nana, siempre en tu confín.

Y mientras las lagrimas, mis lágrimas, caen sobre la madrugada de un Madrid que nos abraza....Que sé que te ronda, te ahoga, te asalta. Y aún te lo digo.... Siempre eres el Hombre que espero de tí.

No sabes ser débil, eso ya lo sé.