Hoy se publican estas Líneas (1) . Y te pienso, como cada día, como tantas veces ....
Y vienen a mi memoria las tardes cálidas de verano en tu casa de Joselito, en el jardín fragante e iluminado de tu vida. Aquella vieja casa tan amada, que un día, al coger un vuelo, descubriste, aquella tierra ....
Y la música .... y regreso .... a mi infancia.
Aquellas noches imborrables .... aquel silencio de agua.
Después, después los años, el correr de la vida y sus silencios.
Y Asturias, y el fondo y la razón de ser de todo, y el porqué. Y nuestra sangre.
Tus ojos centelleantes y estrellados como el cielo que surcaste tanta vida, y tus guantes blancos, y tu frac. Esa elegancia y ese saber estar a fuerza de mareas, de llanto, de palabra.
Del estoicismo hiciste patria, tantas veces ....
Y tu voz nombrándome. Y tus manos describiendo planes en el aire ....
Tantas noches de Madrid, tantas confidencias, tantos secretos tan guardados, tanta alegría. Tanto saber. Tanto misterio .... Tanto de Tanto.
Y nuestra casa.
Me quedo con tu vida, no con tu muerte.
Me quedo con el orgullo de ser de ti. Me quedo con el honor que nadie arranca.
Me quedo con tu Buenos Aires. Me quedo con el aire amable y la risa de los bulevares, y tu descapotable.
Me quedo con el tango.
Me quedo con aprenderte, que fue aprenderme.
Me quedo con tus horas de vuelo, me quedo, cuando miro al cielo, con los aviones que hoy los surcan, en rutas que trazaron tus ojos y tus manos, en tu nave, a solas, inclemente, de escaso combustible y fuselaje en tela. Te lo deben.
Y hoy, me amparan y me abrazan los ojos de tu hija, la estirpe entrelazada que sembraste, en un continuo devenir de tiempo, de generaciones, de irremediable amor, de senda, de camino, de saberte en casa.
No te conoceran más que por mis ojos, quizá ....
Te he querido tanto, tanto, tanto, pero eso, tú ya lo sabes, te lo dije al oido tantas veces para que no lo olvidaras....
Y ahí, donde se guardan los amados, un rinconcito pequeño y tan sentido, me perteneció siempre.
Fuiste tan grande, tan inmenso, tan terrenal y tan cierto que nunca serás , por más que quieran, patrimonio de unos sólo. Fuiste el corazón de tantas horas .... Nunca de tu boca salió un no, ni siquiera como excusa....que irredento.
Te miro .... Y me devuelves la mirada
Jose Manuel Garcia Riera
(1) Archivo de la Palabra - José Manuel García Riera